Revisión de los circuitos de calefacción en el coche

Con la llegada del otoño y los primeros días de frio es cuando nos acordamos de la calefacción de nuestro coche que tantos meses lleva sin usarse. Pero es importante que llevemos a cabo un correcto mantenimiento de los circuitos de calefacción de nuestro vehículo, algo que deberemos tener en cuenta a lo largo de todo el año, para de esta forma reducir el riesgo de averías y lograr un óptimo funcionamiento del sistema.

Mantener en buen estado la calefacción del coche nos ahorrará, a la larga, gastos importantes. El buen estado del circuito de refrigeración del motor es clave en el mantenimiento de la calefacción del coche, ya que este sistema está formado por un radiador al que están conectadas las mangueras del líquido refrigerante del motor. También, como parte del mantenimiento de la calefacción, debemos ponerla en marcha en verano para evitar que se estropee la válvula de paso del líquido refrigerante por falta de uso.

A su vez, el fabricante del vehículo debe indicar cada cuanto tiempo es necesario renovar el líquido refrigerante (en líneas generales se debe hacer cada 100.000 kilómetros o cada año).

Además, hay que tener en cuenta que el sistema de calefacción del coche solo funciona, en la mayor parte de los casos, cuando el motor está caliente, así que tenemos que esperar a que este alcance la temperatura adecuada antes de encenderlo.

Un aspecto importante para revisar los circuitos de calefacción de nuestro coche, será comprobar a simple vista que las mangueras que transportan el líquido refrigerante al radiador están en buen estado.

Cómo funciona la calefacción de un coche

Los sistemas de calefacción de los vehículos aprovechan el calor generado por el propio funcionamiento del motor para calentar el interior mediante el radiador, el cual es el encargado de que el exceso de temperatura se utilice para calentar el habitáculo.

Existen tres sistemas de calefacción:

• Mecánicos. Son los más antiguos y funcionan con un radiador pequeño montado detrás del tablero de instrumentos, el cual se conecta a su vez a través de dos manguitos al sistema de refrigeración del motor. Este sistema permite modular la velocidad del flujo de aire y orientarlo, mientras que la temperatura siempre es la misma.
• Automáticos. Estos sistemas son los más modernos, y aunque la forma de obtener el calor y su funcionamiento es parecido al de los sistemas antiguos, hay una importante diferencia, y es que todas las acciones se realizan de manera automática seleccionando tan solo la temperatura que deseamos obtener. Un módulo electrónico controlado por microprocesador será el encargado de verificar la temperatura interior y exterior y, en función de éstas, adaptar los elementos para conseguir la temperatura deseada.
• Eléctricos. Estos sistemas suelen utilizar calefactores eléctricos para obtener calor de manera rápida sin necesidad de esperar a que el motor se caliente.

Qué ocurre si la calefacción del coche no calienta

Si nos encontramos con este problema puede deberse a varios y diferentes motivos. Los más comunes suelen ser los siguientes:

• Falta de líquido refrigerante en el circuito. Al tener una pérdida de líquido refrigerante, el primer elemento se queda sin él es el radiador, por lo que no saldrá aire caliente.
• Fallos habituales en otros elementos. Los fallos más frecuentes son los que se producen en el termostato, en la bomba de agua eléctrica o el taponamiento interno de algún manguito de agua o electroválvula.
• Fallo de otro componente fuera del sistema de calefacción. En algunas ocasiones puede que el problema venga producido por un fallo externo al sistema de calefacción, y que algún componente del motor sea el que impide alcanzar la temperatura adecuada.

La única forma de prevenir que puedan ocurrir estos problemas es llevar a cabo un correcto mantenimiento, revisando los circuitos de calefacción del coche de forma periódica.

Mantenimiento de la calefacción del coche

Veamos a continuación una serie de consejos para utilizar de manera correcta la calefacción del coche y mantenerla en buen estado:

• Tener paciencia. Siempre hay que esperar un poco y no encender la calefacción nada más arrancar el coche, ya que si la activamos antes de que el motor se caliente, saldrá aire frío y no conseguiremos calentar el habitáculo.
• Distribuir el aire hacia los pies. Al elegir la opción de distribuir el aire caliente hacia los pies y al parabrisas al mismo tiempo, aseguramos una temperatura agradable y evitamos que el parabrisas se empañe.
• Vigilar el líquido refrigerante. Frecuentemente conviene revisar los niveles de líquido refrigerante y además utilizar uno que cumpla con las especificaciones que describe el fabricante del vehículo. También es importante revisar que las mangueras que transportan el líquido refrigerante hacia el radiador estén en buenas condiciones.
• Mantener el sistema de refrigeración y calefacción durante todo el año. Para ello es recomendable que de forma regular durante el invierno activemos el aire acondicionado durante unos minutos; y que durante el verano activemos la calefacción de vez en cuando. De esta forma evitamos que se averíen por falta de uso.

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